
Al terminar de leerlo me sentí embargada por emociones dispares y difíciles de expresar y explicar. La mentalidad del protagonista es demasiado compleja como para poder llegar a desentrañarla en su totalidad y es ya difícil llegar a entender aunque sea parte de sus actos, de sus reacciones.
Definitivamente, Castel nos conduce a su túnel oscuro y solitario, nos empuja a él y nos arrastra como invitados temerosos a conocer su mundo, sus estructuras, sus recovecos. Es un libro complicado a pesar de ser tan corto. Es un libro que requiere atención para captar los significados anversos, los detalles que con una lectura descuidada pueden llegar a perderse.
No es un libro que se lo recomendaría a cualquiera. Es de esos que o bien amas o ben detestas. La escritura te lleva dentro de la historia, te aisla. Castel te sume en su propia existencia, te invade con sus pensamientos turbados. Realmente no es un libro para los que buscan una lectura rápida y ligera. A pesar de sus pocas páginas, la historia es demasiado profunda y, de hecho, algo perturbante. Algo mucho dada la violencia del protagonista. Es un libro para quien guste de personajes excéntricos, si se quiere decir, desarrollados no a la marchanta, sino en todo su esplendor. Es un libro para quien quiera fundirse con la historia misma. Es un libro para quien quiera reflexionar junto a sus personajes.
No soy de leer a autores latinos en general, pero debo decir que este libro me encanta. Como siempre digo, un libro que te hace sentir, vivir con el personaje, no puede ser más que un buen libro.